D.I.Y. Un colgante en la entrada.

¡Hola y bienvenido/a!

La semana pasada, en el post donde decoré unas perchas, adelanté que hoy haría algo con un colgador, y creo que puede haber sido confuso.

La pieza que sale en la imagen era donde iba sujeta una cortina, que en un tiempo puse en la puerta y que poco después la quité para poner los visillos que están ahora puestos. Ocupan menos y como la casa está orientada al norte, le quitan menos luz.

Para el post de hoy he hecho unos colgantes para la entrada que van colgados de los restos de las cortinas, y dan un toque de personal a la entrada de la casa.

¡Vamos a ello!¡Vamos a personalizar la entrada a la casa rural!



MATERIALES
  • Tela
  • Hilos de bordar
  • Guata o similar
  • Vasos o moldes de papel
  • Lanas
  • Aguja de ganchillo o cintas
  • Cuentas o cascabeles
  • Tijeras
  • Alfileres




Primero.
Con unos vasos de diferentes tamaños dibujé la plantilla de las diferentes piezas.
Yo he intercalado uno grande y uno pequeño, pero puedes ponerlos todos del mismo tamaño.

Segundo.
Aquí he perdido algo de tela buscando los motivos que más me interesaban, pero puedes usar retales y que los dibujos y motivos sean al azar.


Tercero.
Toca cortar, con paciencia todas las piezas que necesites.

Cuarto.
Ahora toca hacer lo mismo con la guata o el relleno que uses. A no ser que sea algodón que lo tendrás que ir metiendo cuando lo tengas casi terminado de coser.

Yo he usado guata, la compré en una tienda de retales y las hice un poco más pequeñas que el disco de la tela pues quería bordarlos con el punto que usé para las flores del tapete del comedor.

Cinco.
Hice unos bocadillos de tela-guata-tela y los sujeté con alfileres para comenzar a coser.

Seis
Como los colores de la tela son solo tres, blanco, negro y naranja, decidí coser una tira en negro y otra en blanco.

Siete.
Con la aguja de ganchillo y lanas que me habían sobrado de cuando, allá por los ’80 hacía punto, hice una serie de cadenetas del mismo tamaño con las que unir los discos previamente cosidos.

Ocho.
Como remate usé unas cuentas de cerámica que tenía de mis primeros años de artesana. No empleé los cascabeles como tenía pensado porque no los encontré.

Estamos celebrando las fiestas de San Juan, y es todo una locura. Seguramente tras las fiestas los encuentre y haga otra cosa con ellos.

Nueve.
Y ya están listos para colocarlos en su sitio.
 

En verano, se les rocía con insecticida para las moscas y te servirá para ahuyentarlas un poco. No es muy fuerte porque no ocupan toda la puerta, pero algo si hace.

¡Este es el resultado final!

Para la próxima semana voy a continuar con los cambios en la cocina y emplearé una técnica nueva, ¡Pintura para cristal! ¡Se puede lavar y meter en el lavavajillas!

¿No es genial?

Te espero con un nuevo D.I.Y.

Yolanda.

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